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La sensación cuando entras en clase siguiendo este método es muy parecida a cuando eres la única persona que ha visto la película. Me explico: es como proyectar una película que solo tú conoces, el resto de la clase la va viendo y tú te dedicas a guiarlos si no van entendiendo bien el guión.

Así es básicamente cómo se enfoca el método comunicativo, con el uso y lo que vas viendo. El nuevo contenido o gramática solo se ve cuando los alumnos tienen suficientes ejemplos y recursos para poder entender e intentar confeccionar las reglas. La profesora o profesor se dedica a asentir u ordenar toda la información que va recopilando la clase, en la pizarra (con un orden y distribución obviamente preparados), y a ayudarles a corregir la información que no es tan acertada. Es claramente importante, para este método, que sea el alumnado quien piense y confeccione la gramática porque así lo generará en su cerebro desde cero, creará las conexiones que le hagan ordenar y organizar los contenidos y será así como quedarán fijados pues se entiende que lo habrá hecho del modo en que funciona su cerebro. Es decir, ya no tendrá una lista interminable y abstracta de reglas gramaticales, sino que habrá creado sus propias conexiones neuronales y sus propios esquemas mentales.

Sin embargo, cuando hacemos esta comparación podemos confundirnos con la idea del profesor erudito. Este método, precisamente, intenta evitar esa situación porque son los alumnos quienes, entre todos, dan con la información clave. Por eso es por lo que dar clases con este método te hace sentir que ya conoces la película, pero te sientas en el mismo sofá que el resto de la clase y coges del mismo bol de palomitas. Es como ser el moderador del Trivial.

Quizá es una de las cosas que me parecen más interesantes de este método, ya que te hace sentir que realmente no hay ninguna diferencia, todas las personas de clase estáis en el cine, disfrutando de la película y de generar un conocimiento colectivo.

Sí, sí, sí… Todo ese Speech motivacional está muy bien, pero ¿qué debo tener en cuenta cuando quiero preparar mis clases de español? ¿En qué cosas debo focalizar para evitar que sea una serie de ejercicios y se aburran? Si ponemos ganas y nos divertimos, se van a divertir también. Eso, y claro está, debemos tener en cuenta algunas cosillas más.

Cuando preparo o, la mayoría, preparamos las clases debemos tener en cuenta tres cosas fundamentales:

1. Nuestro método debe ser una guía en su aprendizaje; por lo tanto debemos buscar actividades que vehiculen y den forma a la gramática y no al revés.

2. Debemos tener muy claro que las personas que vienen a aprender no son robots y, por lo tanto, no podemos asegurar que toda la clase irá regularmente y que todo saldrá a pedir de boca y a la primera.

3. Este es quizá el más olvidado pero el punto más importante: no todas las personas aprenden igual y quizá alguien necesite una explicación detallada de la gramática. Pero tranquilicémonos, no vamos a retroceder a los años 60 para ayudar a este perfil de estudiantes.

Analicemos cada punto con detalle:
1. La gramática debe ser nuestra hoja de ruta y está muy bien para repasar y organizar el contenido en nuestra cabeza, pero no nos engañemos; en nuestro caso nos hemos preparado para “enseñar” nuestra lengua y esto también pasa por saber mostrarla en un contexto lógico y real, pues son personas adultas en su mayoría que buscan la usabilidad. Por eso siempre busco ejercicios o los confecciono con un propósito muy claro y es mostrar ejemplos o elementos reales de uso, excepciones o cualquier instrucción que necesite mostrar. De este modo les doy varios ejemplos para que en sus cerebros empiecen a confeccionar una regla válida. Es como hacer un puzle, ya que no todas las piezas encajan.

2. Como ya hemos dicho, a veces te pasas horas preparando una clase, controlando al milímetro el orden y el tiempo de trabajo de cada ejercicio, actividad, presentación, etc., pero no olvidemos algo súper importante y es que tratamos con personas. Nuestro método puede no ser perfecto, podemos fallar en la lectura de la clase o errar en la consecución de los contenidos y eso puede hacer que la clase vaya más lenta o más rápida y nos sobre material o nos quedemos sin él en el minuto 30… También puede ocurrir que simplemente no consigamos que la clase asimile los contenidos. Por eso es muy importante tener un plan A, B, C, D,…, pero ahora hablamos sobre estos planes, que pasan por buscar otros enfoques de enseñanza del contenido en cuestión. Lo más importante de este punto es que tenemos que tener claro que tratamos con personas y que la empatía y la lectura de sus reacciones son lo primero que debemos tener en cuenta cuando preparamos una lección.

3. No son de España, o (la mayoría) ni siquiera de Europa. ¿Qué quiere decir esto? Pues que pueden venir de culturas muy diferentes, que se traduce en métodos de enseñanza diferentes a los que conocemos aquí. Como profesionales que trabajamos con gente multicultural debemos dejar que mirarnos el ombligo y recordar (porque desgraciadamente le pasa a casi cualquiera que se dedica a esto) que por muy genial que sea nuestro método no puede ser cerrado pues la nuestra no es la única manera de enseñar, ni la mejor, y que por tanto debemos recurrir a elementos de otros sistemas para enriquecer el nuestro y para dar seguridad y soporte a personas que seguro que no están nada cómodas con elementos que desconocen. Esto sin hablar de que cada persona aprende de una manera y que, hablando en plata, habrá gente que necesite una explicación detallada en la pizarra para poder adquirir los contenidos. De nuestra parte queda apoyar esa explicación al uso con el material que con esmero preparamos en el punto 1, así evitamos el viaje a un pasado en blanco y negro.
En resumidas cuentas, estos son los elementos que pueden ayudarnos a tener una clase más asertiva y sana. En el modo de preparación ya no nos metemos, que cada cual conoce sus virtudes en esto de la enseñanza.

Iván Capilla Bertos